domingo, 2 de octubre de 2011

DRAMATURGIA-TEMA I-EJERCICIO A

TEMA 1: LA DRAMATURGIA Y EL DRAMATURGO
TEXTOS
ANÁLISIS DE LA FUNCIÓN DRAMÁTICA EN LA CELESTINA-FRAGMENTO DEL ACTO I


 222. CEL. __ ¿ Pármeno, tú no vees que es necedad o simpleza llorar por lo que con llorar no se puede remediar? τ  223. PARM. __ Por esso lloro. Que, si con llorar fuesse possible traer a mi amo el remedio, tan grande sería el plazer de la tal esperança, que de gozo no podría llorar; pero assí, perdida ya toda la esperança, pierdo el alegría y lloro. τ  224. CEL. __ Llorarás sin prouecho por lo que llorando estoruar no podrás ni sanarlo presumas. Bⁿ   ¿ A otros no ha contecido esto, Pármeno? τ  225. PARM. __ Si; pero a mi amo no le querría doliente. τ  226. CEL. __ No lo es; mas avnque fuesse doliente, podría sanar. τ  227. PARM. __ No curo ⁿ   de lo que dizes, porque en los bienes mejor es el acto ⁿ   que la potencia y en los males mejor la potencia que el acto. Assí que mejor es ser sano que poderlo ser, y mejor es poder ser doliente que ser enfermo por acto y, por tanto, es mejor tener la potencia en el mal que el acto. τ  228. CEL. __ ¡ O maluado! ! Cómo, que no se te entiende! ¿ Tú no sientes su enfermedad? Vⁿ   ¿ Qué has dicho hasta agora? ? De qué te quexas? Pues burla ⁿ   o di por verdad lo falso y cree lo que quisieres: que él es enfermo por acto y el poder ser sano es en mano desta flaca vieja. τ  229. PARM. __ ¡ Más, desta flaca puta vieja! τ  230. CEL. __ ¡ Putos días biuas, vellaquillo! Y ¡ Cómo te atreues. . . ! τ  231. PaRM. __ ¡ Como te conozco. . . ! ⁿ   τ  232. CEL. __ ¿ Quién eres tú? τ  233. PARM. __ ¿ Quién? Pármeno, hijo de Alberto tu compadre, que estuue contigo vn mes, ⁿ   que te me dio mi madre, quando morauas ⁿ   a la cuesta del río, cerca de las tenerías. τ  234. CEL. __ ¡ Jesú, Jesú, Jesú! ? Y tú eres Pármeno, hijo de la Claudina? τ  235. PARM. __ ¡ Alahé, yo ! τ  236. CEL. __ ¡ Pues fuego malo te queme, que tan puta vieja era tu madre como yo! ¿ Por qué me persigues, Pármeno? ¡ El es, él es, por los sanctos de Dios! Allégate a mi, ven acá, que mill açotes y puñadas te di en este mundo y otros tantos besos. Acuérdaste, quando dormías a mis pies, loquito? τ  237. PARM. __ Si, en buena fe. Y algunas vezes, avnque era niño, me subías a la cabeçera y me apretauas contigo y, porque olías a vieja, me fuya de ti. τ  238. CEL. __ ¡ Mala landre te mate! Bⁿ   ¡ Y cómo lo dize el desuergonçado! Dexadas burlas y pasatiempos, oye agora, mi fijo, y escucha. Que, avnque a vn fin soy llamada, a otro só venida y maguera ⁿ   que contigo me aya fecho de nueuas, ⁿ   tú eres la causa. Mijo, bien sabes cómo tu madre, que Dios aya, te me dio viuiendo tu padre. El qual, como ⁿ   de mí te fueste, con otra ansia no murió, sino con la incertedumbre de tu vida y persona.   Por la qual absencia algunos años de su vejez sufrió angustiosa y cuydosa vida. Y al tiempo que della passó, embió por mi y en su secreto te me encargó y me dixo sin otro testigo, sino aquél que es testigo de todas las obras y pensamientos y los coraçones y entrañas escudriña, ⁿ   al qual puso ⁿ   entre él y mí, que te buscasse y allegasse y abrigasse ⁿ   y, quando de complida edad fueses, tal que en tu viuir supiesses tener manera y forma, te descubriesse adonde dexó encerrada tal copia de oro y plata, que basta más que la renta de tu amo Calisto ⁿ   y porque gelo prometí y con mi promessa lleuó descanso y la fe es de guardar, más que a los viuos, a los muertos, que no pueden hazer por sí, en pesquisa y seguimiento tuyo yo he gastado asaz tiempo y quantías, hasta agora, que ha plazido aquél, que todos los cuydados tiene y remedia las justas peticiones y las piadosas obras endereça, que te hallase aquí, donde solos ha tres días que sé que moras. Sin duda dolor he sentido, porque has por tantas partes vagado y peregrinado, que ni has hauido prouecho ni ganado debdo ni amistad. Que, como Séneca nos dize, ⁿ   los peregrinos tienen muchas posadas y pocas amistades, porque en breue tiempo con ninguno no pueden firmar amistad. Y el que está en muchos cabos, está en ninguno. Bⁿ   Ni puede aprouechar el manjar a los cuerpos, que en comiendo se lança, ni ay cosa que más la sanidad impida, que la diuersidad y mudança y variación de los manjares. Y nunca la llaga viene a cicatrizar, en la qual muchas melezinas ⁿ   se tientan. Ni conualesce la planta, que muchas vezes es traspuesta. Vⁿ   Ni ay cosa tan prouechosa, que en llegando aproueche. por tanto, mi hijo, dexa los ímpetus de la juventud y tórnate con la doctrina de tus mayores a la razón. ⁿ   Reposa en alguna parte. ¿ Y dónde mejor, que en mi voluntad, en mi ánimo, en mi consejo, a quien tus padres te remetieron? y yo, assí como verdadera madre tuya, te digo, so las malediciones, que tus padres te pusieron, si me fuesses inobediente, que por el presente sufras y siruas a este tu amo, que procuraste, hasta en ello hauer otro consejo mio. Pero no con necia lealtad, proponiendo firmeza sobre lo mouible, como son estos señores deste tiempo. Y tú gana amigos, que es cosa durable. Ten con ellos constancia. No viuas en flores. ⁿ   Dexa los vanos prometimientos de los señores, los cuales deshechan la substancia de sus siruientes con huecos y vanos prometimientos. Como la sanguijuela saca la sangre, desagradescen, injurian, oluidan seruicios, niegan galardón. ¡ Guay de quien en palacio enuejece! ⁿ     Como se escriue de la probática piscina, ⁿ   que de ciento que entrauan, sanaua vno. Estos señores deste tiempo más aman a sí, que a los suyos. Y no yerran. Los suyos ygualmente lo deuen hazer. Perdidas son las mercedes, las magnificencias, los actos nobles. Cada vno destos catiua y mezquinamente procuran su interesse con los suyos. Pues aquéllos no deuen menos hazer, como sean en facultades menores, sino viuir a su ley. Bⁿ   Dígolo, fijo Pármeno, porque este tu amo, como dizen, me parece rompenecios: ⁿ   de todos se quiere seruir sin merced. ⁿ   Mira bien, créeme. En su casa cobra amigos, que es el mayor precio mundano. Que con él no pienses tener amistad, como por la diferencia de los estados o condiciones pocas vezes contezca. Caso es ofrecido, como sabes, en que todos medremos y tú por el presente te remedies. Que lo al, que te he dicho, guardado te está a su tiempo. Y mucho te aprouecharás siendo amigo de Sempronio. τ  239. PARM. __ Celestina, todo tremo en oyrte. No sé qué haga, perplexo estó. Por vna parte téngote por madre; por otra a Calisto por amo. Riqueza desseo; pero quien torpemente sube a lo alto, más ayna cae que subió. No quería bienes malganados. τ  240. CEL. __ Yo si. A tuerto o a derecho, nuestra casa hasta el techo. ⁿ   τ  241. PARM. __ Pues yo con ellos no viuiría contento y tengo por onesta cosa la pobreza alegre. Y avn más te digo, que no los que poco tienen son pobres; mas los que mucho dessean. ⁿ   Y por esto, avnque más digas, no te creo en esta parte. Querría passar la vida sin embidia, los yermos y aspereza sin temor, el sueño sin sobresalto, las injurias con respuesta, las fuerças sin denuesto, las premias con resistencia. τ  242. CEL. __ ¡ O hijo! Bien dizen que la prudencia no puede ser sino en los viejos y tú mucho eres moço. τ  243. PARM. __ Mucho segura es la mansa pobreza. ⁿ   τ  244. CEL. __ Mas di, como mayor, ⁿ   que la fortuna ayuda a los osados. Y demás desto, ¿ Quién es, que tenga bienes en la república, que escoja viuir sin amigos? Pues, loado Dios, bienes tienes. Bⁿ   ¿ Y no sabes que has menester amigos para los conseruar? Vⁿ   y no pienses que tu priuança con este señor te haze seguro; que quanto mayor es la fortuna, tanto es menos segura. ⁿ   Y por tanto, en los infortunios el remedio es a los amigos. ¿ Y a dónde puedes ganar mejor este debdo, que donde las tres maneras de amistad concurren, conuiene a saber, por bien y prouecho y deleyte? Por bien: mira la voluntad de Sempronio conforme a la tuya y la gran similitud, que tú y él en la virtud teneys. Por prouecho: en la mano está, ⁿ   si soys concordes. Por deleyte: semejable es, como seays en edad dispuestos   para todo linaje de plazer, en que más los moços que los viejos se juntan, assí como para jugar, para vestir, para burlar, para comer y beuer, para negociar amores, juntos de compañía. ¡ O si quisiesses, Pármeno, qué vida gozaríamos! Sempronio ama a Elicia, prima de Areusa. τ  245. PARM. __ ¿ De Areusa? τ  246. CEL. __ De Areusa. τ  247. PARM. __ ¿ De Areusa, hija de Eliso? τ  248. CEL. __ De Areusa, hija de Eliso. τ  249. PARM. __ ¿ Cierto? τ  250. CEL. __ Cierto. τ  251. PARM. __ Marauillosa cosa es. τ  252. CEL. __ ¿ Pero bien te paresce? τ  253. PARM. __ No cosa mejor. τ  254. CEL. __ Pues tu buena dicha quiere, aquí está quien te la dará. τ  255. PARM. __ Mi fe, madre, no creo a nadie. τ  256. CEL. __ Estremo es creer a todos y yerro no creer a ninguno. ⁿ   τ  257. PARM. __ Digo que te creo; pero no me atreuo: déxame. τ  258. CEL. __ ¡ O mezquino! De enfermo coraçón es no poder sufrir el bien. Da Dios hauas a quien no tiene quixadas. ⁿ   ¡ O simple! Dirás que a donde ay mayor entendimiento ay menor fortuna y donde más discreción allí es menor la fortuna! Dichos son. ⁿ   τ  259. PARM. __ ¡ Celestina! Oydo he a mis mayores que vn exemplo de luxuria o auaricia mucho malhaze y que con aquéllos deue hombre conuersar, Bⁿ   que le fagan mejor y aquéllos dexar, a quien él mejores piensa hazer. Y Sempronio, en su enxemplo, no me hará mejor ni yo a él sanaré su vicio. Y puesto que yo a lo que dizes me incline, sólo yo querría saberlo: porque a lo menos por el exemplo fuese oculto el pecado. Y, si hombre vencido del deleyte va contra la virtud, no se atreua a la honestad. ⁿ   τ  260. CEL. __ Sin prudencia hablas, que de ninguna cosa es alegre possessión sin compañía. ⁿ   No te retrayas ni amargues, que la natura huye lo triste y apetece lo delectable. El deleyte es con los amigos en las cosas sensuales y especial en recontar las cosas de amores y comunicarlas: esto hize, esto otro me dixo, tal donayre passamos, de tal manera la tomé, assí la besé, assí me mordió, assí la abracé, assí se allegó. ¡ O qué fabla! ! O qué gracia! ¡ O qué juegos! ! O qué besos! Vamos allá, boluamos acá, ande la música, pintemos los motes, cantemos canciones, inuenciones, justemos, qué cimera ⁿ   sacaremos o qué letra. Ya va a la missa, mañana saldrá, rondemos su calle, mira su carta, vamos de noche, tenme el escala, aguarda a la puerta. ¿ Cómo te fué? Cata el cornudo: sola la dexa. Dale otra buelta, tornemos allá. Y para esto, Pármeno, ¿ Ay deleyte sin compañía? alahé, alahé: la que las sabe las tañe. ⁿ   Este es el deleyte; que lo al, mejor lo fazen los asnos en el prado. τ  261. PARM. __ No querría, madre, me combidasses a consejo con amonestación de deleyte, como hizieron los que, caresciendo de razonable fundamiento, opinando hizieron sectas embueltas en   dulce veneno Vⁿ   para captar y tomar las voluntades de los flacos y con poluos de sabroso afeto cegaron los ojos de la razón. τ  262. CEL. __ ¿ Qué es razón, loco? Bⁿ   ¿ Qué es afeto, asnillo? La discreción, que no tienes, lo determina y de la discreción mayor es la prudencia y la prudencia no puede ser sin esperimiento y la esperiencia no puede ser más que en los viejos y los ancianos somos llamados padres y los buenos padres bien aconsejan a sus hijos y especial yo a ti, cuya vida y honrra más que la mía deseo. ¿ Y quándo me pagarás tú esto? Nunca, pues a los padres y a los maestros no puede ser hecho seruicio ygualmente. ⁿ   τ  263. PARM. __ Todo me recelo, madre, de recebir dudoso consejo. τ  264. CEL. __ ¿ No quieres? Pues dezirte he lo que dize el sabio: ⁿ   Al varón, que con dura ceruiz al que le castiga menosprecia, arrebatado quebrantamiento le verná y sanidad ninguna le consiguirá. Y assí, Pármeno, me despido de ti y deste negocio. τ  265. PARM. __ Ensañada está mi madre: duda tengo en su consejo. Yerro es no creer y culpa creerlo todo. Mas humano es confiar, mayormente en ésta que interesse promete, a do prouecho nos puede allende de amor conseguir. Oydo he que deue hombre a sus mayores creer. Esta ¿ Qué me aconseja? Paz con Sempronio. La paz no se deue negar: que bienauenturados son los pacíficos, que fijos de Dios serán llamados. ⁿ   Amor no se deue rehuyr. Caridad a los hermanos, interesse pocos le apartan. Pues quiérola complazer y oyr. Madre, no se deue ensañar el maestro de la ignorancia del discípulo, sino raras vezes por la sciencia, que es de su natural comunicable y en pocos lugares se podría infundir. Por eso perdóname, háblame, que no sólo quiero oyrte y creerte; mas en singular merced recibir tu consejo. Y no me lo agradescas, Bⁿ   pues el loor y las gracias de la ación, más al dante, que no al recibiente se deuen dar. Por esso, manda, que a tu mandado mi consentimiento se humilia. τ  266. CEL. __ De los hombres es errar y bestial es la porfía. Por ende gózome, Pármeno, que ayas limpiado las turbias telas de tus ojos y respondido al reconoscimiento, discreción y engenio sotil de tu padre, cuya persona, agora representada en mi memoria, enternece los ojos piadosos, por do ⁿ   tan abundantes lágrimas vees derramar. Algunas vezes duros propósitos, como tú, defendía; pero luego tornaua a lo cierto. En Dios y en mi ánima, que en veer agora lo que has porfiado y cómo a la verdad eres reduzido, no paresce sino que viuo le tengo delante. ¡ O qué persona! ! O qué hartura! ⁿ   ! O qué cara tan venerable! Pero callemos, que se acerca Calisto y tu nueuo amigo   Sempronio, con quien tu conformidad para más oportunidad dexo. Que dos en vn coraçón viuiendo son más poderosos de hazer y de entender. τ  267. CALISTO. __ Dubda traygo, madre, según mis infortunios, de hallarte viua. Pero más es marauilla, según el deseo, de cómo llego viuo. Recibe la dádiua pobre de aquél, que con ella la vida te ofrece. Vⁿ   τ  268. CEL. __ Como en el oro   muy fino labrado por la mano del sotil artífice la obra sobrepuja a la materia, así se auentaja a tu magnífico dar la gracia y forma de tu dulce liberalidad. Y sin duda la presta dádiua su efeto ha doblado, porque la que tarda, el prometimiento muestra negar y arrepentirse del don prometido. τ  269. PARMENO. __ ¿ Qué le dio, Sempronio? τ  270. SEMP. __ Cient monedas en oro. ⁿ  τ  271. PARM. __ ¡ Hy! ! hy! ! hy! τ  272. SEMP. __ ¿ Habló contigo la madre? τ  273. PARM. __ Calla, que sí. τ  274. SEMP. __ ¿ Pues cómo estamos? τ  275. PARM. __ Como quisieres; avnque estoy espantado. τ  276. SEMP. __ Pues calla, que yo te haré espantar dos tanto. ⁿ   Bⁿ   τ  277. PARM. __ ¡ O Dios! No ay pestilencia más eficaz, que ⁿ   el enemigo de casa para empecer. ⁿ   τ  278. CALISTO. __ Ve agora, madre, y consuela tu casa y después ven y consuela la mía, y luego. ⁿ   τ  279. CEL. __ Quede Dios contigo. τ  280. CAL. __ Y él te me guarde.